lunes, 28 de mayo de 2007

Chichén Itzá arrastra problemas desde 1895

Ya se había mencionado en un post anterior los problemas que acarrea Chichén Itzá, siendo la causa, intereses comerciales por parte de un hotel conocido como Mayaland. Hoy leo en la Jornada que este problema se acarrea desde 1895 ya que un arqueólogo de nombre Edward H. Thompson compró la plantación henequenera que incluía la zona arqueológica de Chichén Itzá por ¡75 dólares!. Reconstruyó una hacienda que había sido destruida en la guerra de castas y exploró la región encontrando de oro y jade, que sacó del país y ahora se encuentran en el museo Peabody, de la Universidad de Harvard. En 1926 el gobierno expropió las tierras y antepuso una demanda en contra de Edward H. Thompson pero la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló en favor del estaudounidense. Ya en los años 30, Fernando Barbachano Peón adquirió las propiedades de los herederos de Thompson y se puso a construir hoteles, entre ellos el Hacienda Chichén Resort y el Mayaland.
El Mayaland es un hotel que presume tener paseos exclusivos a zonas con descubrimientos recientes y una entrada privada. Este servicio lo anuncia en su sitio web, donde puede verse esta foto:
Los huéspedes son transportados en carritos (en un recorrido de unos 20 metros) hasta la taquilla del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), instalada en los jardines, que se cierra a las 17 horas y vuelve a abrirse a las 19 horas para permitir la entrada al espectáculo de luz y sonido.

Algunos custodios comentan que a veces, durante esas dos horas, no hay personal del INAH o del Patronato Cultur (que depende del gobierno de Yucatán) en ese acceso y los huéspedes del Mayaland ingresan libremente a la zona. Y cómo no, si el hotel los anima: "tenemos nuestra propia entrada hacia los templos mayas". (Mónica Mateos Vega - La Jornada)

Fue hasta el 2003 donde se quizo poner un alto a este empresario, el cual se jacta de que si es dueño de terrenos en la zona tambiés es propietario de la zona arqueológica, en respuesta "el magnate yucateco publicó sendos desplegados en el Diario de Yucatán, dirigidos al gobernador Patricio Patrón Laviada, en los que defendió su postura: "Si bien es cierto que son del dominio de la nación todos los monumentos arqueológicos, no es menos cierto que tal dominio no implica la propiedad del terreno bajo el cual se encuentran, y en el presente caso soy propietario y posesionario legítimo del predio en donde se ubican las ruinas de Chichén Itzá con todas las ventajas que ello conlleva, como poder entrar, hasta con personas que designe, al terreno de mi propiedad, sin necesidad de pagar cuota de acceso".

Y reprochaba: "Nunca, ni en el peor de los gobiernos pasados, funcionario alguno perturbó mi legal ejercicio de propiedad y posesión, como ahora. No es válido decir que Cultur no cobra a los visitantes por entrar a mis terrenos, en donde se encuentran las ruinas de Chichén Itzá, porque como se ha demostrado en el proceso constitucional de amparo, sí cobra dicho patronato por entrar a mis terrenos". (Mónica Mateos Vega - La Jornada).

El gobernador Patrón Laviada declaró que al restringuir el acceso al empresario no se estaba violando ninguna leor y aseguró que el caso llegaría a instacias judiciales para su solución, ¿que ha sucedido entonces?, nada, en el 2006 murió este empresario, pero la situación en Chichén Itzá sigue igual dejando todo en manos de sus herederos.













FOTO: MÓNICA MATEOS



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